Me encontré nuevamente con el Sr. Kimishima, quien tiene un estilo maravilloso que está lejos del japonés.Parecía como si hubiera escupido su libido sin fondo en el asunto anterior, pero apareció cuando aún no lo había escupido.La apariencia entrelazada de Kimishima, que se ha vuelto sexualmente codiciosa, pasa por ninfómanas y está llena de belleza, y el placer del sexo se convierte en una sensación de felicidad, lo que me hace querer probarlo para siempre.Kimishima-san parecía una diosa del sexo (risas)