La hermosa y culona profesora Yui confiesa sus tendencias masoquistas a un compañero profesor con el que tiene una relación física secreta y le ruega que le entrene intensamente en tortura, pero no puede hacerlo.En ese momento, el padre de un estudiante delincuente, el jefe del pueblo, le llama la atención y lo obliga a entrar en una jaula.Grandes golpes en el trasero, tortura con doble agujero, lamiendo pezones, tortura con velas calientes, dispositivo de enema extra grueso, gancho para la nariz con cuerda en la entrepierna, látigo de nueve colas.Cuando un hombre grasiento de mediana edad jugueteó con sus traviesos pezones, abrió su gran culo y le folló el ano, ¡su disgusto se convirtió en un profundo placer masoquista!