Mi hermano y su esposa, que viven en el mismo complejo de apartamentos en la misma ciudad, tenían algunos muebles que trasladar, así que fui a ayudarlos el fin de semana. Mi hermano mayor, un hombre soltero despreocupado que vivía al día y semidesempleado, llevaba una vida tranquila y depravada, sin contacto social ni mujeres. "Lo siento, cuñado, pero gracias por ayudarme", dijo "la esposa de mi hermano" con una sonrisa mientras trabajaban juntos. Mi hermano no pudo evitar mirarla con una mirada inescrupulosa a la seductora línea de bragas que aparecía en sus voluptuosas nalgas…