Sigo cometiendo errores y el Gerente Kazama me regaña todos los días.Mientras trabajaba horas extras para compensar mi error, le di un masaje al gerente cansado como una forma de agradecerle.Estaba deseando el cuerpo regordete del director y secretamente toqué mi pecho.Luego, en lugar de enojarse, de repente se calmó, así que traté de culparlo por la parte más atrevida...¡No pude soportarlo y comencé a chuparme la polla!Esta es una historia sobre cómo pude tener sexo cuando acosé sexualmente a mi jefa.