“No es fácil… pero tenía que continuar…” Unos años después de casarme con mi esposo con quien salgo desde que era estudiante, mi esposo se enfermó y se vio obligado a vivir en la cama.Como compré un apartamento al mismo tiempo, no podía hacer los pagos mensuales, así que no tenía más remedio que trabajar de noche.Soporté los días del infierno porque quería mantener a mi amado esposo aunque me costara mucho dinero.Entonces, un día, cuando me dirigía al hotel como de costumbre, me reuní con Mukai, un profesor de acoso sexual de mis días de escuela.