Mariko tiene un conflicto con su escuela por un problema de intimidación y se le asigna un nuevo puesto en un lugar lejano.En la escuela recién designada, se convierte en asesor del club de arte donde solo está inscrito el miembro del club Kuroi.Un día, mientras se dirigía al salón del club, ve que Kuroi está siendo intimidado.A pesar de que Mariko la reprende, la situación no cambia y Kuroi le dice, quien se siente impotente, "... Estoy feliz solo de protegerte".Mariko, que es una mezcla de lástima y amor, se pasa de la raya con Kuroi en el salón del club después de la escuela.