Chitose, una mujer casada que lleva casada cinco años, vivía feliz con su marido, que trabaja para una importante empresa, en su ansiado hogar.Debido a los cambios de personal en la empresa de su marido que se avecinaban el próximo mes, la pareja estaba convencida de su ascenso al puesto directivo de su marido.Una noche, cuando los dos estábamos preparando un platillo para celebrar nuestro aniversario de bodas, mi esposo llegó a casa con su jefe, el Sr. Ikeda.Chitose dio la bienvenida al jefe que dijo que tenía derecho a los asuntos personales con pesar, pero la mirada del jefe se derramó insidiosamente en el espléndido bulto del pecho de la esposa del subordinado.