Kiyotaka, el único hijo de Yuko, quien se suponía que era un contestador automático en el apartamento de lujo donde vivió su hermana por un tiempo mientras su hermana se iba de viaje.Yuuko sonríe cuando ve a Kiyotaka, quien no puede ocultar su alegría por poder vivir en una mansión, aunque está un poco sorprendida de que su hermana no se preocupe por las circunstancias de Yuko. "¡Madre, vamos a tomar un baño!"Y los dos pasarán la hora del baño sin que "madre e hijo entren al agua".