Maki, una madre, llega a una tienda de conveniencia después de recibir una llamada que le informa que su hija Emma ha robado. El gerente de la tienda, Hajime, no lo denunció a la policía porque era su primera infracción y simplemente lo toleró. Sin embargo, unos días después, Maki recibe una llamada informándole que había vuelto a robar y se disculpa con Hajime. Inmediatamente después de que Hajime vio el voluptuoso pecho de Maki mientras ella se disculpaba, le pidió a Emma que se fuera para poder hablar a solas. Entonces, la esposa le pide que le muestre los beneficios de deshacerse del hurto, y Maki se levanta la falda con una expresión de vergüenza en el rostro...