Un esclavo de carne que se ahoga en placer dedica todo lo que puede a 'amo'.La pesada presencia del pecho y la elasticidad suficiente para repeler la mano agarrada.Las colinas gemelas cachondas que hacen cosquillas en el corazón del hombre no rechazan ninguna disciplina.Sentir placer en acariciar solo para satisfacer los propios deseos, llegando al clímax con un crudo pistón.Ya sea dolor o sufrimiento, todo lo que da el amo llena los corazones de los esclavos de carne, y se esfuerzan por servir en busca de más recompensas...